Resumen:
El presente trabajo proporciona información sobre las acciones a emprender para que la práctica del Orientador trascienda de actividades administrativas y profesionalice su labor en la Educación Media Superior (EMS). Con la finalidad de identificar las ambigüedades y contradicciones que se hacen patentes en el desempeño habitual del Orientador, se elaboró un diagnóstico a partir de la información proporcionada por la aplicación de cuestionarios para medir la percepción del mismo Orientador en el Colegio de Bachilleres del Estado de México (COBAEM), Valle de Chalco y la de los demás actores involucrados en su contexto profesional (profesores, Alumnos, Administrativos y Directivos), se aplicaron a 143 Alumnos, de los cuales el 41 % fueron Alumnos de tercer semestre y el restante 59% de quinto, 8 Administrativos, 14 Docentes, 1 Directivo y 3 Orientadores del COBAEM, Plantel Valle de Chalco.
Descripción:
Las condiciones actuales del país y del mundo en general, requieren individuos capaces de responder a las demandas y adaptarse a los constantes cambios que la sociedad está presentando; para ello, la educación, se vuelve un pilar fundamental. Es en el Nivel Medio Superior cuando observamos en los adolescentes la formación de su personalidad e iniciando una toma de decisiones, madurando no solo físicamente sino psicológica y emocionalmente, enfrentando diversos cambios en su entorno; por lo que surge la necesidad del Orientador Educativo como una figura que lo guíe a través de éstos cambios y lo acompañe en su adaptación a ellos. Asimismo es el Orientador que, dentro de los Planteles de éste nivel educativo contribuye en gran medida a la formación integral de los jóvenes coadyuvando a potenciar el pleno desarrollo de sus capacidades.